Lavarse las manos con un jabón ordinario es efectivo, pero no tan efectivo como lavarse las manos con agua ozonizada. El jabón elimina los gérmenes al hacer que la suciedad y los aceites superficiales sean lo suficientemente resbaladizos como para ser frotados y enjuagados, mientras que el agua ozonizada erradica los gérmes. El agua de ozono no solo es superior como desinfectante si no que también funciona más rapido y es más seguro para el ambiente en comparación con el jabón antibacterial, que contribuye al creciente problema de los gérmenes resistentes a los medicamentos.